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November 30, 2011

Conan the Barbarian # 7 - Thomas & Windsor-Smith

Female beauty is one of Conan’s greatest weaknesses. When the young barbarian saves the life of lady Aztrias she quickly persuades him to do her bidding. Numalia will be the second city visited by Conan and it’s there that he runs into problems that would never exist in the barbaric lands of Cimmeria: traffic is one of such nuisances. Indeed, even eons in the past, the large amount of carriages and horses make it impossible for Conan to drive through a crowded street. Fed up with the sluggishness of the carriages, Conan accelerates and hits another cart, and what follows is not unlike the discussion between two car drivers in today’s world.

Lady Aztrias has accumulated serious debts; and instead of trying to recoup her good credit she decides that the only way to cover her debts is by stealing the precious contents of a mysterious bowl received by Kallian, the richest man of the city. Of course, she cannot simply go into Kallian’s mansion and that’s why she asks Conan to steal for her. And the barbarian accepts her request.

Little do they know, however, that the content of the bowl is not a treasure but a creature spawned from the deepest Stygian catacombs. This story, titled “The Lurker Within” (July 1971), focus on two threats: the first one is the reptilian monster that has a golden mask for a face and the strength to crush the bones of men. The second one, and far more lethal, is Thoth-Amon, the most feared wizard, the one who commands the sons of Set, the serpent god.

Some of the recurring themes in Conan are developed here: the death of Conan’s temporary companions, for example, as most of the guard that enters into Kallian’s residence, along with lady Aztrias, are annihilated by the powerful embrace of the reptilian creature. But there are also new themes, such as the interesting juxtaposition of the vices of civilization and the urban decay, something that reminds us of our reality today, in the 21st century.

The final page also presents an intense moment: after Conan stares into the spectral image of Thoth-Amon that burns inside the bowl, fear overcomes him. Much has been talked about the barbarians fear of supernatural events, but for all of the Cimmerians superstitions, Conan had always been able to hold his ground: “And now, at last, the full horror of it all rushes over Conan--- and he flees--- nor does he slacken his headlong flight--- until the shimmering spires of thrice-cursed Numalia fade into coming dawn behind him”.

Barry Windsor-Smith’s art creates moments of heroic grandeur and unabashed action. The fight between Conan and the monster, which takes several pages, is of epic proportions. The suffering of the hero, the agon as the Greeks would call it, is palpable in each frame. The last page, with 11 panels, presents a cinematographic approach to Conan’s facial expression and then a shocking image of Thoth-Amon, followed by a sequence of pure movement. This proves that one page is enough to create a strikingly beautiful composition, all it requires is an imaginative artist.         
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La belleza femenina es una de las más grandes debilidades de Conan. Cuando el joven bárbaro rescata a la dama Aztrias, ella rápidamente lo convence de seguir sus órdenes. Numalia será la segunda ciudad visitada por Conan y es allí donde encuentra problemas que jamás existirían en las regiones bárbaras de Cimeria: el tráfico, por ejemplo. Efectivamente, incluso eones en el pasado, la abundante cantidad de carruajes y caballos impiden que Conan conduzca a través de una calle abarrotada. Harto de la lentitud de los carruajes, Conan acelera y golpea otro carro, y la discusión que sigue es bastante similar a la que sucedería entre dos choferes en el mundo de hoy.

La noble Aztrias ha acumulado serias deudas; y en vez de recuperar su buen crédito, decide que la única forma de cubrir sus deudas es robando el contenido precioso de una misteriosa urna recibida por Kallian, el hombre más rico de la ciudad. Desde luego, ella no es una ladrona, pero Conan accede a hacer todo el trabajo sucio.

Lo que ellos ignoran, sin embargo, es que el contenido de la urna no es un tesoro sino una criatura engendrada en las más recónditas catacumbas estigias. Esta historia, titulada "El que acecha desde dentro" (julio 1971), se enfoca en dos amenazas: la primera es un monstruo reptil que tiene una máscara de oro y la fuerza suficiente para destrozar los huesos de los hombres. La segunda, y mucho más letal, es Thoth-Amon, el hechicero más temido, el que comanda a los hijos de Set, el dios serpiente.

Algunos de los temas recurrentes de Conan se desarrollan aquí: la muerte de los compañeros temporales de Conan. Cuando la guardia y la noble Aztrias entran a la residencia de Kallian, son aniquilados por esta criatura reptil. Pero también hay  nuevos temas, tales como la interesante yuxtaposición de los vicios de la civilización y la decadencia urbana, algo que nos recuerda a la realidad de hoy, al siglo XXI.

La página final presenta un momento intenso: Cuando Conan observa la imagen espectral de Thoth-Amon que arde al interior de la urna, el miedo lo domina. Mucho se ha hablado sobre el miedo que tienen los bárbaros a lo sobrenatural, pero a pesar de todas las supersticiones de los cimerios, Conan nunca había retrocedido: "Y ahora, por fin, todo el horror se apodera de Conan--- y huye--- y no aminora la velocidad de su fuga--- hasta que las destellantes cúpulas de la tres veces condenada Numalia se desvanecen detrás de él, en el alba venidera".

Barry Windsor-Smith crea momentos de grandeza heroica y acción sin límites. La lucha entre Conan y el monstruo es de proporciones épicas. El sufrimiento del héroe -el 'agon' griego- es palpable en cada viñeta. La última página, con 11 paneles, es un acercamiento cinematográfico a las expresiones faciales de Conan, y luego está la impactante imagen de Thoth-Amon, seguida por una secuencia de movimiento puro. Queda demostrado que una página es suficiente para crear una bella composición, todo lo que hace falta es un artista imaginativo.