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May 24, 2016

The Young Protectors: Engaging the Enemy - Alex Woolfson & Adam DeKraker

Some things come as a surprise, and others are easy to predict. In the publishing world, that which can be predicted is coveted the most. That’s why DC and Marvel are so keen on refurbishing old franchises and resurrecting crossovers and ‘mega-events’ that were popular many years or decades ago. Predictability is the goal, and the big two know that if they put out certain type of materials, then they will be able to gauge their sales accurately and efficiently.

As a writer and reader, I cannot feel comfortable with that system. It means that more often than not I run into some really bad comics, with terrible writing and awful drawings. So the alternative is to pay attention to indie comics but those never come with a “satisfaction guaranteed or money back” sticker…
Red Hot & Annihilator

Obviously, it’s hard to find good comics. It doesn’t matter if every month you run into 400 or 500 titles that seem exciting in the Previews catalog. Most of them just won’t live up to the hype. Fortunately, you can always try to find better alternatives in Kickstarter. For some, this crowdfunding page is the future of the comics industry, and for others it’s simply an endless source of new and promising material, waiting to be materialized.

I’m not using that word randomly. Because that’s what Kickstarter is all about: taking an idea, a concept, a proposal, and turning that into something real, palpable, material in the true sense of the word. Years ago, writer Alex Woolfson and artist Adam DeKraker decided to create a very special webcomic about a young superhero coming to terms with his sexuality (and falling in love with a supervillain thrice his age!). And it sure was a surprise hit. So much in fact that thousands of faithful readers demanded a printed edition of The Young Protectors, and that’s what originated the Kickstarter campaign. In order to finance the first trade paperback of The Young Protectors, the creators asked for 14,000 dollars. Now having some experience with crowdfunding I can confirm that it isn’t easy to get that kind of money (heck, sometimes even a thousand is quite a challenge). That’s why the final result was so impressive: 133,640 dollars were pledged by fans all over the world (myself included), turning The Young Protectors into one of the most successful comic projects ever created on Kickstarter or any other crowdfunding platform.  
Who said dating was easy? / ¿quién dijo que las citas eran fáciles?
It certainly was a pleasant surprise but it was also an example of why comics should be an act of love (whether straight or gay). All comics should be a project of passion. I don’t think a creator forced to follow strict editorial guidelines will come up with anything memorable. I believe in creative freedom and it’s quite reassuring to see the magnificent results in initiatives like this one.
Annihilator saves Red Hot / Annihilator salva a Red Hot

“Growing up, superhero comics played a huge role in shaping who I would become […] And no doubt I was relating to what was a pretty potent metaphor for a gay kid: These characters knew they were special, but had to keep it a secret”, explains Adam DeKraker, an artist famous for his collaborations on titles such as Teen Titans, The Legion of Super-Heroes, Superboy and Smallville. Undoubtedly, after all those years of practice he now excels on illustrating the adventures of young heroes. 

Adam’s art is absolutely delightful; in a single panel, he’s capable of conveying the naiveté and awkwardness of Red Hot and the Annihilator’s assertiveness, providing an insightful and intimate portrayal of every character, while at the same time blowing up the page with high octane action whenever it’s necessary. Furthermore, Adam really understands eroticism, he’s an expert in increasing the sexual tension between the characters, without being explicit about it. I’d dare say that there is nothing here that wouldn’t appear on an 80s issue of Teen Titans (let’s remember how George Pérez’s generous predilection towards beefcake and shirtless heroes made him even more popular back then…), and yet here it all works wonderfully.

A couple of days ago, I got a great surprise. I received the package that contained The Young Protectors trade paperback, plus a set of cards, stickers and even a bookmarker. Alex had decided to create a lot of additional rewards. I know it wasn’t easy and it certainly wasn’t quick. But the result is just awesome. The comic itself looks gorgeous, and I had so much fun with the cards and everything else. Was it worth the wait? Totally! And now that this book is already out, you should get it and read it ASAP. I really recommend it.
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Algunas cosas llegan de sorpresa, y otras son fáciles de predecir. En el mundo editorial, lo que puede predecirse es sumamente codiciado. Es por eso que DC y Marvel están anclados en la renovación de viejas franquicias y en resucitar crossovers y 'mega-eventos' que fueron populares hace muchos años o décadas. La previsibilidad es la meta, y las dos grandes editoriales saben que si producen cierto tipo de materiales, entonces serán capaces de medir sus ventas con precisión y eficacia.
The Young Protectors are looking at porn /
los Jóvenes Protectores ven pornografía

Como escritor y lector, no me puedo sentir cómodo con ese sistema. Cada vez más a menudo me encuentro con cómics realmente malos, con guiones malos y dibujos horribles. Así que la alternativa es prestar atención a los cómics independientes, pero esos nunca vienen con una etiqueta de “satisfacción garantizada o le devolvemos su dinero”...

Obviamente, es difícil encontrar buenos cómics. No importa si cada mes vemos 400 o 500 títulos que parecen prometedores en el catálogo de “Previews”. La mayoría de ellos simplemente no estará a la altura de nuestras expectativas. Afortunadamente, siempre se puede tratar de encontrar mejores alternativas en Kickstarter. Para algunos, esta página de crowdfunding es el futuro de la industria del cómic, y para otros es simplemente una fuente inagotable de material nuevo y emocionante, a la espera de ser materializado.

No estoy usando esa palabra al azar. Porque de eso se trata Kickstarter: tomar una idea, un concepto, una propuesta, y convertirla en algo real, palpable, material en el verdadero sentido de la palabra. Hace años, el escritor Alex Woolfson y el artista Adam DeKraker decidieron crear un webcomic muy especial acerca de un joven superhéroe que descubre su sexualidad (y que se enamora de un supervillano que le triplica la edad). Y vaya que fue un inesperado éxito. Tanto así que miles de fieles lectores exigieron una edición impresa de “The Young Protectors”, y eso es lo que originó la campaña de Kickstarter. Con el fin de financiar el primer tomo recopilatorio de “The Young Protectors”, los creadores pidieron 14,000 dólares. Tengo algo de experiencia en el tema del crowdfunding y puedo confirmar que no es fácil conseguir esa cantidad de dinero (de hecho, a veces incluso mil dólares es todo un reto). Es por eso que el resultado final fue tan impresionante: 133,640 dólares fueron donados por aficionados de todo el mundo (incluyéndome a mí), convirtiendo a “The Young Protectors” en uno de los proyectos de cómics más exitosos alguna vez creados en Kickstarter o en cualquier otra plataforma de crowdfunding.

Ciertamente fue una sorpresa agradable, pero también fue un ejemplo de por qué los cómics deben ser un acto de amor (de una u otra orientación sexual). Todos los cómics deben ser fruto de la pasión. No creo que un creador obligado a seguir reglas editoriales estrictas sea capaz de hacer algo memorable. Defiendo la libertad creativa y es muy satisfactorio ver los magníficos resultados de iniciativas como esta.
The boys are impressed by the fan fic and yaoi pages /
los chicos quedan impresionados con las páginas de "yaoi" y "fan fic"

“Al crecer, los cómics de superhéroes jugaron un papel importante en mi formación [...] Y no hay duda alguna, me identifiqué con aquello que era una metáfora muy potente para un chico gay: estos personajes sabían que eran especiales, pero tenían que mantenerlo en secreto”, explica Adam DeKraker, un artista famoso por sus colaboraciones en títulos como “Teen Titans”, “The Legion of Super-Heroes”, “Superboy” y “Smallville”. Indudablemente, después de todos esos años de práctica, él era el más idóneo para ilustrar las aventuras de estos jóvenes héroes.

El arte de Adam es absolutamente encantador; en una sola viñeta es capaz de transmitir la ingenuidad y torpeza de Red Hot y la asertividad de Annihilator, proporcionando una representación detallada e íntima de cada personaje, mientras que al mismo tiempo es capaz de hacer estallar la página con acción a raudales. Por otra parte, Adam realmente entiende el erotismo, él es un experto al momento de aumentar la tensión sexual entre los personajes, sin necesidad de ser explícito. Me atrevería a decir que no hay nada aquí que no aparecería en un cómic ochentero de los “Teen Titans” (recordemos la generosa predilección de George Pérez por el cuerpo masculino y los héroes de torsos desnudos) y, sin embargo, aquí todo funciona maravillosamente.

Hace un par de días, tuve una gran sorpresa. Recibí el paquete que contenía el tomo recopilatorio de “The Young Protectors”, además de un conjunto de tarjetas, pegatinas e incluso un marcador de libros. Alex había decidido crear una gran cantidad de premios adicionales. Sé que no fue fácil y sin duda no fue rápido. Pero el resultado es simplemente impresionante. La edición del cómic se ve preciosa, y me divertí mucho con las tarjetas y todo lo demás. ¿La espera valió la pena? ¡Claro que sí! Y ahora que este cómic ya está disponible, deberían buscarlo y leerlo. Lo recomiendo de todas maneras.

October 27, 2014

Planetary # 7 - Warren Ellis & John Cassaday

A funeral is the perfect opportunity to say goodbye. However you do not say goodbye to a person that is already gone, you simply bid farewell to the idea and the memories of the deceased. A funeral can also be the last chance you have to try to understand who that person was and why did their life mattered.

“To Be In England, In the Summertime” (published in January 2000) begins with the funeral of Jack Carter. A British bloke, an unrelenting smoker, a manipulative magician well versed in the dark arts. Certainly, Jack Carter is a reinterpretation of Alan Moore’s creation John Constantine. However his funeral is not about coming to terms with his death, but rather a meaningful way to reexamine the narrative of the 80s, to ascertain if it still remains valid or it needs updating.

When Elijah Snow, Jakita Wagner and Drummer walk into the cemetery, they immediately stumble upon some of the 80s vestiges. Sitting on a bench, we can clearly see Death of the Endless, and a peculiar amalgamation of Sandman with his own author Neil Gaiman. 

Of course, there are many other refugees from the 80s attending the funeral. Perhaps the most prominent would be an alternative version of Grant Morrison’s Animal Man and a fusion between Alan Moore’s Swamp Thing and Poison Ivy. If you think clearly and objectively about the 80s, you will realize very quickly that it was a glorious decade for the 9th art. The American comic book industry blossomed thanks to the presence of British writers that revolutionized the superhero genre. 
the cemetery / el cementerio

I’ve often wondered what was it about the 80s that inspired so many writers. For Warren Ellis, the political scenario provides more than enough enlightenment. The United States had substantial problems, but England was facing a serious debacle. In real life, Margaret Thatcher alienated England’s brightest writers. Alan Moore, Grant Morrison and Neil Gaiman publicly expressed their disappointment in the Iron Lady. Warren Ellis also shares his point of view: “She wanted concentration camps for AIDS victims, wanted to eradicate homosexuality even as an abstract concept, made poor people choose between eating and keeping their vote […] England was a scary place. No wonder it produced a scary culture”.

Time has passed and the question remains. Have these characters adapted to the new era or are they still stuck in the 80s? They are like an uncomfortable testimony that corroborates the ugliness of the past. A past that is still as mysterious as ever. So much, in fact, that Elijah Snow and the rest of the group decide to investigate Carter’s death, suspecting that he might have faked his own demise. 


During their forensic procedure, they run into a strange superhero, perhaps the quintessential American superhero: a square-jawed adventurer, a traditional do-gooder… until the arrival of the 80s. Because if we pause for a moment to remember what the 80s meant for most superheroes, then we will realize that important changes were happening in that era. British authors transformed one-dimensional characters into complex individuals, with rich personalities; they eliminated the concept of purity and undisputed goodness, and added a much necessary darkness to balance things out. Obviously, many readers complained about it. They wanted their heroes to return to the idealistic although childish standards of the past. 

Dream (Sandman) & Death

The anonymous superhero of this tale is an enraged man, someone who misses the clean and simple years of decades long gone. Instead of a classic superhero, in the 80s he was turned into something else. His history was rewritten and as a consequence his origin was modified: “I liked my life! There was nothing wrong with me! I wasn’t hip, I wasn’t trendy, I wasn’t edgy, and you know what? That was okay! I didn’t need the split personalities, the nervous breakdown, the shift in sexual orientation, my life being a lie”, he yells at Snow. It’s revealed that he had been photographed with underage male prostitutes by Jack Carter. Revenge, of course, was inevitable. 

In the final pages Jack Carter reappears and kills this nameless superhero in cold blood. Although Carter has changed. Like he says, the 80s are dead. It’s time to embrace the future. And he erases those aspects that made him similar to John Constantine, and adopts a new look, almost identical to Spider Jerusalem, the protagonist of Warren Ellis impressive “Transmetropolitan” series.


John Cassaday’s art is absolutely amazing. We have dark and ominous moments, like the page that shows the protagonists entering into the cemetery; and we also have brighter and more powerful scenes, like the page that includes the sons and daughters of the 80s (I must highlight the fantastic design of the Swamp Thing / Poison Ivy hybrid and the alternative Animal Man). One of the best artists of the industry leaves his mark in a very creative story about the impact the 80s “British invasion” had on the superhero genre.

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Un funeral es la oportunidad perfecta para decir adiós. Sin embargo, no le dices adiós a la persona que ya no existe, simplemente te despides de la idea y las memorias del fallecido. Un funeral también puede ser la última oportunidad para tratar de entender quién era esa persona y por qué su vida era importante.

Alternative versions of Animal Man and Swamp Thing / versiones alternativas de Animal Man y Swamp Thing

“Estar en Inglaterra, en el verano” (publicado en enero del 2000) empieza con el funeral de Jack Carter. Un sujeto británico, un fumador empedernido, un mago manipulador inmerso en las artes oscuras. Ciertamente, Jack Carter es una reinterpretación de la creación de Alan Moore, John Constantine. Sin embargo su funeral no tiene como objetivo aceptar su muerte, sino más bien reexaminar de manera significativa la narrativa de los 80s, para determinar si aún es válida o si necesita actualizarse.

Cuando Elijah Snow, Jakita Wagner y Drummer caminan por el cementerio, inmediatamente encuentran algunos vestigios de los 80s. Sentados en una banca, podemos ver claramente a Muerte, de los Eternos, y una peculiar amalgama de Sandman con su propio autor Neil Gaiman. 


Desde luego, hay muchos otros refugiados de los 80s que asisten al funeral. Tal vez los más prominentes serían la versión alternativa del Animal Man de Grant Morrison y una fusión entre el Swamp Thing de Alan Moore y Poison Ivy. Si piensan clara y objetivamente sobre los 80s, se darán cuenta muy rápidamente de que fue una década gloriosa para el noveno arte. La industria estadounidense del cómic floreció gracias a la presencia de escritores británicos que revolucionaron el género de los superhéroes.
Jack Carter = John Constantine

Me he preguntado a menudo por qué los 80s inspiraron a tantos escritores. Para Warren Ellis, el escenario político proporciona una aclaración más que suficiente. Los Estados Unidos tenían problemas sustanciales, pero Inglaterra estaba enfrentando una seria debacle. En la vida real, Margaret Thatcher alienó a los más brillantes escritores ingleses. Alan Moore, Grant Morrison y Neil Gaiman expresaron públicamente lo decepcionados que estaban con la Dama de Hierro. Warren Ellis también comparte su punto de vista: “Ella quería campos de concentración para las víctimas del SIDA, quería erradicar la homosexualidad incluso como un concepto abstracto, hizo que la gente pobre eligiera entre comer y seguir votando […] Inglaterra era un lugar que daba miedo. No es extraño que produjera una cultura que daba miedo”.


El tiempo ha transcurrido y la pregunta permanece. ¿Estos personajes se han adaptado a la nueva era o aún siguen atascados en los 80s? Ellos son como un incómodo testimonio que corrobora la fealdad del pasado. Un pasado que aún es tan misterioso como antes. Tanto que, de hecho, Elijah Snow y el resto del grupo deciden investigar la muerte de Carter, sospechando que él podría haber fingido su deceso.


Durante este procedimiento forénsico, ellos encuentran a un extraño superhéroe, tal vez la quintaesencia del superhéroe norteamericano: un aventurero de quijada cuadrada, un bienhechor tradicional... hasta la llegada de los 80s. Porque si nos detenemos por un momento para recordar lo que los 80s significaron para la mayoría de los superhéroes, entonces nos daremos cuenta de los importantes cambios que ocurrieron en esa era. Los autores británicos transformaron personajes unidimensionales en individuos complejos, con personalidades ricas; eliminaron el concepto de la pureza y la bondad indiscutible, y añadieron una muy necesaria oscuridad para equilibrar las cosas. Obviamente, muchos lectores se quejaron al respecto. Ellos querían que sus héroes regresen a los estándares idealistas aunque infantiloides del pasado. 


El superhéroe anónimo de este relato es un hombre enfurecido, alguien que añora los años limpios y simples de décadas pasadas. En vez de un superhéroe clásico, en los 80s él fue convertido en algo distinto. Su historia fue rescrita y como consecuencia su origen fue modificado: “¡Me gustaba mi vida! ¡No tenía nada de malo! Yo no estaba a la moda, ni marcaba tendencias, no era innovador, ¿y saben qué? ¡Así estaba bien! No necesitaba una personalidad dividida, la crisis nerviosa, el cambio de orientación sexual, mi vida convertida en una mentira”, le grita a Snow. Se ha revelado que Jack Carter lo había fotografiado con chicos prostitutos menores de edad. La venganza, por supuesto, era inevitable. 

En las páginas finales, Jack Carter reaparece y mata a sangre fría a este superhéroe sin nombre. Aunque Carter ha cambiado. Como él dice, los 80s han muerto. Es momento de aceptar el futuro. Y él borra aquellos aspectos que lo asemejaban a John Constantine, y adopta una nueva apariencia, casi idéntica a la de Spider Jerusalem, el protagonista de la impresionante serie de Warren Ellis “Transmetropolitan”.


El arte de John Cassaday es absolutamente asombroso. Tenemos momentos oscuros y ominosos, como la página que muestra a los protagonistas entrando en el cementerio; y también tenemos escenas más luminosas y poderosas, como la página que incluye a los hijos e hijas de los 80s (debo resaltar el fantástico diseño del híbrido Swamp Thing / Poison Ivy y el Animal Man alternativo). Uno de los mejores artistas de la industria deja su huella en una historia muy creativa sobre el impacto que tuvo la “invasión británica” de los 80s en el género superheroico.


February 10, 2014

Young Avengers # 15 - Gillen, McKelvie & more

Quite often we assume a cynical posture towards contemporary comic books. We criticize decompression, reiterative exploitation of a certain brand or group of characters, predictability, publicity stunts, lack of creative freedom as a result of editorial impositions, etc. Some might even come to believe that no good comics are produced in Marvel (and DC) due to the current atmosphere of editorial-mandated mega-events. That conclusion, however, would be utterly wrong.

I have read hundreds of comics last year, from every publisher, and although I have enjoyed the proposals of independent creators working outside the big two, what I loved the most, without a doubt, was Kieron Gillen’s Young Avengers. The best of 2013 comes, indeed, from Marvel.

Upon reading “Resolution part 2”, the final issue, I felt an unexpected sadness. The end awakened in me a strong melancholy, that last page, beautifully illustrated by Jamie McKelvie was like a statement about youth and friendship. It was a snapshot, a captured instant, a moment in the lives of the Young Avengers. And it was also a moment in my life. Looking at them and saying goodbye to them made me go through an experience I’m quite familiar with: the sensation of loss I have experienced every time a friend of mine decides to go to another country or another continent; most of the times I expect them to return after a couple of years, sometimes, however, they never come back. And I know then that, despite all apparent opportunities, I’ll never see them again. That is a very special kind of goodbye. They are within reach, at least theoretically, but they are no longer a part of my life.

In a few years, the Young Avengers might return, but they could very well stay in limbo longer than we could possibly anticipate. So yes, it was deeply painful to read the end of this fantastic ongoing series. And now I find myself here, saying goodbye to a group of fictional characters with a heavy heart, almost as if they were real persons going away for a while. That’s the power of good literature and that’s the accomplishment of Gillen. Turning a group of superpowered kids into characters that you will always care for, characters that you can identify with, characters that will make you feel young again.

But we must embrace change and move on. Marvel Boy finally understands that, now that he has ruined his relationship with Kate Bishop. Gillen gives us one final glimpse into the minds and souls of the Young Avengers. If in the previous issues we had the original members on the spotlight, now it’s time to pay attention to Marvel Boy and his silent agony. It’s also time to observe Loki not only as the god of mischief but also as a lonely teenager that feels forced to be in charge of the “dirty work”, the things that need to be done and that most of us never acknowledge appropriately. It is Loki who pays, with the treasure of Asgard, for the organization of the party, who makes sure the catering people receive a proper compensation for working through New Year’s Eve.
Becky Cloonan

David Alleyne (Prodigy) still feels a bit guilty about kissing Teddy and incurring in Billy’s wrath. “You just let the party that lurks in the pants undue prominence in the parliament of prodigy”, affirms Loki. And as the two teenagers talk, David discovers that Loki isn’t 100% heterosexual “my culture doesn’t really share your concept of sexual identity. There are sexual acts, that’s it”, explains the Norse deity. Either as a joke or as a serious attempt at flirtation, Loki proposes a special celebration with David. The young mutant kindly refuses alleging Loki isn’t his type. Before disappearing into the night Loki asks David what’s his type. “Good guys”, he answers cheerfully.

Later on, after David accidentally kisses Tommy, we understand how the discovery of sexuality can be life-defining in youth, and how difficult it is to find a comic in the 21st century that will discuss the matter audaciously and intelligently. Young Avengers is a title of historical significance because it’s the first superhero comic to fully embrace the diversity of sexual orientations and the only 100% GLBT American mainstream book.

Jokes aside, if we take a look at the group we might consider the following attributes: Ms. America is lesbian, Prodigy is bisexual, Marvel Boy is pansexual (he will have sex with human males and females, as well as with aliens of all shapes and sizes), Hulkling is homosexual, Wiccan is homosexual, Loki is transsexual (we have seen him as a woman and using his/her feminine charms to seduce men during Straczyinki’s run on Thor), Speed is bi-curious and Kate Bishop is the only heterosexual member of the team. 

The Young Avengers finale was conceived as a jam special, and this time we get to see the drawings of Becky Cloonan (in charge of portraying a brooding Marvel Boy), Ming Doyle (her depiction of Loki is quite good) and Joe Quinones (who contributes with a lot of humor in Prodigy’s sequence, including the kiss with Tommy). 

In the letter column, many fans talk about how frustrated they feel now that the title has come to an end. I do not feel frustration, because I truly think that Gillen and McKelvie did the best comic I’ve read in years, and none of it would have been possible with editorial interference or the obsessive desire of endlessly milking the same property… a common practice in the big two.
Ming Doyle

Gillen and McKelvie are very thankful to us, the readers. And I’m very thankful to those who made the book possible: Kieron Gillen, Jamie McKelvie, Annie Wu, Becky Cloonan, Bryan Lee O’Malley, Christian Ward, Clayton Cowles, David LaFuente, Emma Vieceli, Hannah Donovan, Idette Winecoor, Jake Thomas, Allan Heinberg, Jim Cheung, Joe Quinones, Jordie Bellaire, Kate Brown, Kris Anka, Lee Loughridge, Manny Mederos, Maris Wicks, Matthew Wilson, Mike Norton, Ming Doyle, Morry Hollowell, Nathan Fairbairn, Skottie Young, Stephanie Hans, Stephen Thompson, Tradd Moore, and editor Lauren Sankovitch and assistant editor Jon Moisan.

I would also like to congratulate those who shared their secrets, fears, joys and dreams in the letter columns. I have felt really moved by those who wrote in to talk about their lives, and how they struggle against bullying, homophobia and discrimination, if some of them found inspiration on the pages of this book, then the journey has not been in vain. So a big thank you to Reed Beebe, Wally, Brad, Steven Roche, Avery, Hansel, Chuck McKinney, Matt Brooks, Graham Weaver, Amanda, Mason, Steven Butler, Patrick Bartlett, Jonathan Robbins, Mia, Saul Santos, Arcadio Bolaños (yay! that’s me! now click here to read my letter), Jack Ingram, Carlos Aguirre Reyna, Lauren, Becky Male, Izrin Iskandar, Brennan O’Reagan, Zamisk, Joe Douglas, Kami Spangler, Calvin, Trent Farrell, Lyn, Carlton Glassford, Oliver Ortiz, Michael J. Allen, Indie Gale, Clarissa Johnson, Niamh, Souxie, Regina Belmonte, Rachel Yu, Thomas Rowley, Chiara, James Hunter, Bridget Natale, Andy E, Connor Stephenson, C. Morgan Leigh, Zae, Sara Hanley, Lucy, Jacques Farnworth-Wood, Maximillian Jansen, Day Summerfield, Amanda, George Laporte, Christian Hernandez, Rachael, Niels van Eekelen, Sarah Urbank, Lawrence, Summer, Rebecca Luttig, Jack Davis, Rob Rix, Miles PDX, Mikey J. Redd, Carey & Brandon.

Young Avengers has been the kind of honest, personal and tremendously creative project that will be forever remembered in comic history. And I’m very proud to say that, however briefly, I was a part of it. I was there. And I fucking loved it.

Young Avengers # 11, Young Avengers # 12, Young Avengers # 13 & Young Avengers # 14

Young Avengers # 1-10
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A menudo asumimos una postura cínica en relación a los cómics contemporáneos. Criticamos la poca cohesión, explotación reiterativa de ciertas marcas o grupos de personajes, predictibilidad, trucos de publicidad, falta de libertad creativa como resultado de las imposiciones editoriales, etc. Algunos incluso podrían creer que no hay buenos cómics en Marvel (ni en DC) a causa de la actual atmósfera de mega-eventos mandados por la editorial. Esa conclusión, sin embargo, sería totalmente errónea.
Joe Quinones

He leído cientos de cómics el año pasado, y aunque he disfrutado las propuestas de creadores independientes que trabajan alejados de Marvel y DC, lo que más me encantó, sin duda alguna, fue Young Avengers de Kieron Gillen. Lo mejor del 2013 es de Marvel.

Luego de leer “Resolución parte 2”, el número final, sentí una inesperada tristeza. El final despertó en mí una fuerte melancolía, esa última página, hermosamente ilustrada por Jamie McKelvie era como una declaración sobre la juventud y la amistad. Era una instantánea, un momento capturado, un segundo en las vidas de los Jóvenes Vengadores. Y también era un momento en mi vida. Mirándolos y despidiéndome de ellos, fue como experimentar algo que me resulta muy familiar: la sensación de pérdida que he sentido cada vez que un amigo decide irse a otro país o a otro continente; la mayoría de las veces, espero que regresen luego de un de par de años, a veces, sin embargo, nunca vuelven. Y entonces sé que, a pesar de todas las oportunidades, nunca más los veré de nuevo. Ese tipo de despedidas es muy especial. No han desparecido, al menos teóricamente, pero ya no son parte de mi vida.

En algunos años, los Jóvenes Vengadores podrían regresar, pero bien podrían quedarse en el limbo más tiempo de lo que posiblemente podríamos anticipar. Así que fue profundamente doloroso leer el final de esta fantástica serie mensual. Y ahora estoy aquí, acongojado, casi como si se tratara de personas de verdad que estarán lejos por un tiempo. Ese es el poder de la buena literatura y ese es el logro de Gillen. Convertir a un grupo de chiquillos con poderes en personajes a los que siempre apreciarás, personajes con los que te identificas, personajes que te hacen sentir joven nuevamente. 

Pero debemos aceptar el cambio y seguir avanzando. Marvel Boy finalmente lo entiende, ahora que ha arruinado su relación con Kate Bishop. Gillen nos da un último vistazo a las mentes y almas de los Jóvenes Vengadores. Si en números anteriores los miembros originales estaban al centro del escenario, ahora es el momento de prestarle atención a Marvel Boy y a su agonía silenciosa. También es tiempo de observar a Loki no sólo como el dios de los enredos sino también como un adolescente solitario que se siente obligado a encargarse del “trabajo sucio”, las cosas que necesitan hacerse aunque no les demos el reconocimiento adecuado. Es Loki quien paga, con el tesoro de Asgard, la organización de la fiesta, quien se encarga de que la gente del catering reciba una compensación apropiada por trabajar en año nuevo.
Joe Quinones

David Alleyne (Prodigy) todavía se siente un poco culpable por besar a Teddy e incurrir en la ira de Billy. “Tan sólo le permitiste a la fiesta que acecha en tus pantalones una indebida prominencia en el parlamento del prodigio”, afirma Loki. Y mientras los dos adolescentes conversan, David descubre que Loki no es 100% heterosexual “mi cultura realmente no comparte tu concepto de identidad sexual. Hay actos sexuales, eso es todo”, explica la deidad nórdica. Ya sea como una broma o un intento serio de flirtear, Loki le propone a David una celebración especial. El joven mutante amablemente rehúsa alegando que Loki no es su tipo. Antes de desaparecer en la noche, Loki le pregunta a David cuál es su tipo. “Los chicos buenos”, responde alegremente.

Más tarde, después de que David besa accidentalmente a Tommy, entendemos cómo el descubrimiento de la sexualidad puede definir la vida de los jóvenes, y vemos lo difícil que es encontrar un cómic en el siglo XXI que discuta el tema inteligente y audazmente. "Young Avengers" es un título de relevancia histórica porque es el primer cómic que acepta por completo la diversidad de orientaciones sexuales y el único cómic de distribución masiva es que es 100% GLBT.

Bromas aparte, si echamos un vistazo al grupo podríamos considerar los siguientes atributos: Ms. America es lesbiana, Prodigy es bisexual, Marvel Boy es pansexual (tendrá sexo con humanos, masculinos y femeninos, así como con aliens de todas las formas y tamaños), Hulkling es homosexual, Wiccan es homosexual, Loki es transexual (lo hemos visto como una mujer y usando sus encantos femeninos para seducir hombres durante la etapa de Straczyinki en Thor), Speed es bi-curioso y Kate Bishop es la única integrante heterosexual del equipo.

El final de Young Avengers se concibió como algo colaborativo, y esta vez vemos los dibujos de Becky Cloonan (a cargo de retratar a un cabizbajo Marvel Boy), Ming Doyle (su retrato de Loki es bastante bueno) y Joe Quinones (quien contribuye con humor en la secuencia de Prodigy, incluyendo el beso con Tommy). 
Last page, final issue / última página, número final

En la sección de cartas, muchos fans comentaron lo frustrados que se sentían ahora que el título llegaba a su fin. Yo no siento frustración, porque realmente pienso que Gillen y McKelvie hicieron el mejor cómic que he leído en años, y nada de esto hubiese sido posible con interferencias editoriales o el deseo obsesivo de ordeñar eternamente un mismo producto... una práctica común en Marvel y DC.

Gillen y McKelvie nos agradecen a nosotros, los lectores. Y yo le doy las gracias a aquellos que hicieron posible esta colección: Kieron Gillen, Jamie McKelvie, Annie Wu, Becky Cloonan, Bryan Lee O’Malley, Christian Ward, Clayton Cowles, David LaFuente, Emma Vieceli, Hannah Donovan, Idette Winecoor, Jake Thomas, Allan Heinberg, Jim Cheung, Joe Quinones, Jordie Bellaire, Kate Brown, Kris Anka, Lee Loughridge, Manny Mederos, Maris Wicks, Matthew Wilson, Mike Norton, Ming Doyle, Morry Hollowell, Nathan Fairbairn, Skottie Young, Stephanie Hans, Stephen Thompson, Tradd Moore, y la editora Lauren Sankovitch y el editor asistente Jon Moisan.

También quisiera felicitar a aquellos que compartieron sus secretos, sus miedos, sus alegrías y sus sueños en la sección de cartas. Realmente me he sentido conmovido por aquellos que escribieron para hablar de sus vidas, y su lucha contra los abusos, la homofobia y la discriminación, si alguno de ellos encontró inspiración en las páginas del cómic, entonces el viaje no fue en vano. Así que muchas gracias a Reed Beebe, Wally, Brad, Steven Roche, Avery, Hansel, Chuck McKinney, Matt Brooks, Graham Weaver, Amanda, Mason, Steven Butler, Patrick Bartlett, Jonathan Robbins, Mia, Saul Santos, Arcadio Bolaños (¡sí, ese soy yo! hagan click aquí para leer mi carta), Jack Ingram, Carlos Aguirre Reyna, Lauren, Becky Male, Izrin Iskandar, Brennan O’Reagan, Zamisk, Joe Douglas, Kami Spangler, Calvin, Trent Farrell, Lyn, Carlton Glassford, Oliver Ortiz, Michael J. Allen, Indie Gale, Clarissa Johnson, Niamh, Souxie, Regina Belmonte, Rachel Yu, Thomas Rowley, Chiara, James Hunter, Bridget Natale, Andy E, Connor Stephenson, C. Morgan Leigh, Zae, Sara Hanley, Lucy, Jacques Farnworth-Wood, Maximillian Jansen, Day Summerfield, Amanda, George Laporte, Christian Hernandez, Rachael, Niels van Eekelen, Sarah Urbank, Lawrence, Summer, Rebecca Luttig, Jack Davis, Rob Rix, Miles PDX, Mikey J. Redd, Carey y Brandon.

"Young Avengers" ha sido el tipo de proyecto honesto, personal y tremendamente creativo que será recordado para siempre en la historia de los cómics. Y estoy muy orgulloso de decir que, aunque brevemente, yo también fui parte de ello. Yo estuve allí. Y eso es jodidamente genial.


May 21, 2012

Supercrooks # 2 - Mark Millar & Leinil Francis Yu

Leinil Francis Yu
The last time Johnny Bolt was arrested he spent years in jail. Now he’s a free man, but now he has decided to help his old mentor, Carmine and this time he plans to get away with the greatest heist in history. But to do so, he needs to recruit the old gang: The Ghost (world’s greatest cat-burglar), TK McCabe (the telekinetic), Forecast (weather-maker), Roddy and Sammy Diesel (the indestructible men) and at last, but not least, the Gladiator, the superhero that arrested Johnny Bolt the last time.

Convincing a group of retired super-villains to commit one last crime is not entirely difficult. Ghost is bored with his current life, TK McCabe is exploited in his job, and his wife can barely make enough money to support their daughter, Forecast makes a few dimes and quarters selling umbrellas on a rainy (he actually uses his control over the weather to create rain, but still, this business only gives him enough money to survive), Roddy and Sammy Diesel are making minimal wage, fighting against other washed-up super villains in box ring. They are all desperate to help, except for the gleaming superhero known as the Gladiator.
the indestructible men / los hombres indestructibles

Mark Millar revisits the potential of hope within the delinquent group. Here, the heroes are seen as arrogant bastards that are loved by the media but not by the people, while the former thieves and conmen are now losers looking for some sort of atonement. Winnicott said once that certain elements of antisocial behaviors often imply a modicum of hope. It may be slightly counterintuitive, but Johnny Bolt and his comrades pathological behaviors may signify a desperate attempt to regain that which is lost (according to Lacan, we’re always looking this ‘object a’ and we can never find it). "Taking" then becomes stealing, robbing, and cheating on others, and all of this often represents a striving to reclaim (or obtain for the first time) the lost object (‘object a’).

There is however something we shouldn’t forget about Lacan’s ‘object a’ is that it’s often confused with the object of our desire. Gladiator has always followed the Freudian law of copulation, marrying a pretty woman and having children. But in doing so, he has also neglected his true self. According to Lacan, the command that the superego directs to the subject is, of all things, "Enjoy!". Gladiator is the superego here, forever trying to keep in check the criminality of others. That which we believe to be most private and rebellious (our desire) is, in fact, regulated, even commanded, by the superego. And the most private desire in Gladiator’s heart is homosexual intercourse. For years, he has been meeting random men for bareback sex, and when Johnny Bolt was in jail he met one of his one-time lovers. Now, he has tricked Gladiator into meeting him, and as the two men sit in a Spanish café, something is made evident: Gladiator can’t survive the media scandal if the pics that Johnny Bolt has are released to the public. Gladiator can’t face the guilt of having her daughter learn in the news about his secret escapades. And he can’t accept all this because he himself is the embodiment of the superego (id est, guilt).

The second installment of Supercrooks was perhaps even better than the first one, and I’m absolutely sure that Millar will keep surprising us. Leinil Francis Yu’s cover is easily one of the best images ha has done in years, and the interior art is quite good too. Millarwold’s newest miniseries is everything you could ask for.
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A closeted gay superhero / un súper-héroe gay en el closet

La última vez que Johnny Bolt fue arrestado, pasó años en la cárcel. Ahora es un hombre libre y esta vez ha decidido ayudar a Carmine, su viejo mentor, y está planeando el mayor robo de la historia. Pero para conseguirlo necesita reclutar a la vieja pandilla: Ghost (el ladrón más indetectable del mundo), TK McCabe (el telekinetico), Forecast (controlador del clima), Roddy y Sammy Diesel (los hombres indestructibles) y, finalmente, Gladiator, el súper-héroe que arrestó a Johnny Bolt.

Convencer a un grupo de villanos en retiro para cometer un último crimen no es nada difícil. Ghost está aburrido con su vida actual, TK McCabe es explotado en su trabajo, y su esposa no gana lo suficiente para mantener a la hija de ambos, Forecast se gana algunos centavos vendiendo paraguas en los días lluviosos (de hecho, usa su poder para generar lluvia pero el negocio apenas le permite ganar lo justo para sobrevivir), Roddy y Sammy Diesel están ganando sueldo mínimo, luchando contra otros villanos venidos a menos en un ring de box. Todos están desesperados por ayudar, excepto por el luminoso súper-héroe conocido como Gladiator.
Praetorian / Pretoriano

Mark Millar rescata el potencial de esperanza en este grupo de delincuentes. Aquí, los héroes son bastardos arrogantes adorados por los medios pero no por la gente, mientras que los ladrones y estafadores son perdedores que buscan algún tipo de expiación. Winnicott dijo alguna vez que ciertos elementos de las conductas antisociales a menudo implican algo de esperanza. Puede ser ligeramente contraintuitivo, pero Johnny Bolt y las conductas patológicas de sus camaradas pueden significar un intento desesperado para recuperar aquello que ha sido perdido (de acuerdo a Lacan, siempre buscamos el 'objeto a' y nunca lo encontramos). 'Tomar' se convierte en robar, hurtar y engañar a otros, y todo esto a menudo representa un intento de reclamar (o de obtener por vez primera) el objeto perdido ('objeto a').

Sin embargo, hay algo que no deberíamos olvidar sobre el 'objeto a' de Lacan, y es que a menudo es confundido con el objeto de nuestro deseo. Gladiator siempre ha seguido la ley freudiana de la cópula, al casarse con una mujer bonita y al tener hijos. Pero al hacerlo, también ha negado su verdadero ser. De acuerdo con Lacan, la orden que el superyó dirige al sujeto es, por encima de todo, "¡goza!". Gladiator es el superyó, siempre intentando mantener a raya a los criminales. Aquello que es lo más privado e indomable (nuestro deseo) es, de hecho, regulado, incluso comandado, por el superyó. Y el deseo más oculto del corazón de Gladiator es el coito homosexual. Por años, se ha encontrado con hombres desconocidos para tener sexo sin condón, y cuando Johnny Bolt estaba en prisión conoció a uno de estos amantes momentáneos. Ahora, ha engañado a Gladiator para encontrarse con él en un café español, y algo sale a la luz: Gladiator no podría sobrevivir el escándalo mediático si las fotos que tiene Johnny Bolt llegan al público. Gladiator no podría enfrentar la culpa si su hijita se entera en las noticias sobre sus escapadas secretas. Y no puede aceptar esto porque él mismo es la encarnación del superyó (es decir, la culpa).

La segunda entrega de Supercrooks es tal vez incluso mejor que la primera, y estoy absolutamente seguro de que Millar seguirá sorprendiéndonos. La portada de Leinil Francis Yu es de lo mejor que ha hecho últimamente, y el resto de sus páginas es bastante bueno. Las nuevas miniseries de Millarwold tienen todo lo que uno puede querer...
logo designs for my old comic strip / diseños de logo para mi vieja tira cómica